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Por Javiera Pizzoleo , 11 de julio de 2024 | 09:49Chuquicamata Subterránea alcanzó 35% de dotación femenina en el área de operaciones
. Esta cifra la convierte en referente en la industria, particularmente, en las áreas operativas, donde a nivel nacional el promedio es de 15,2%.
Como un motor de las grandes transformaciones de Codelco, Chuquicamata Subterránea sigue marcando la pauta al alcanzar 35% de dotación femenina en el área de operaciones. En un sector tradicionalmente dominado por hombres, alcanzar este porcentaje representa un significativo avance y posiciona a esta unidad de negocio de la centenaria división como un referente en la industria y, particularmente, en las áreas operativas, donde a nivel nacional el promedio es de 15,2%.
“Este 35% es una meta corporativa que tenemos a 2027 y se cumplió en 2024 en un área que es operativa y que demuestra el futuro de la minería. Por lo tanto, representa un cambio fundamental y un avance importante para la minería, para Codelco y para el país”, expresó Mary Carmen Llano, vicepresidenta de Gestión de Personas.
Promoviendo comportamientos que impulsen la construcción de una organización de excelencia, comprometida con la equidad y la formación de equipos diversos, desde sus inicios en 2019, Chuquicamata Subterránea ha fomentado un ambiente de trabajo inclusivo, e implementado políticas y programas para atraer y retener el talento femenino.
Incorporación femenina
En 2020, Chuquicamata implementó el primer programa de aprendices y se sumaron las primeras mujeres jefas de turno a la operación; en 2021 incorporó a las primeras integrantes del Programa Graduadas y, en 2023, inició el primer proceso de reconversión femenina, en el que las trabajadoras de mina rajo se especializaron en equipos de minería subterránea.
Bitsabit Vega, instructora de maquinaria de perforación jumbo e integrante del primer programa de aprendices, formó parte de este proceso. Para ella como trabajadora de la mina subterránea estar en Chuquicamata ha sido una gran oportunidad: “La división, y sobre todo en la mina subterránea, nos dan la chance para ir surgiendo. Es un proceso que permite adquirir experiencia y evolucionar; acá no sólo hay instructores hombres, sino que, también, mujeres”.
María Belén Acuña, operadora de LHD, quien ingresó como aprendiz a inicios de 2023, destaca que “es un sueño que comenzó hace dos años; yo no tenía experiencia y sólo postulé con las ganas de emprender y salir adelante. Ahora, estar acá, me hace sentir una ganadora”.
Uno de los grandes desafíos de este proceso de poblamiento del área, que se inició hace más de cinco años, fue integrar los equipos equilibrados en conocimientos y habilidades. Esto implicó desarrollar distintos procesos para alcanzar los niveles técnicos y profesionales requeridos por los cargos, considerando que los grupos de trabajo diversos tienen más probabilidades de convertirse en equipos de alto desempeño.
Para Óscar González, instructor de equipos y operador reconvertido de mina rajo, los inicios implicaron un cambio de 180°. “Uno estaba acostumbrado a un mundo de hombres, pero poco a poco ellas me enseñaron a mí. Fue una simbiosis”, señaló.
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