Hidrógeno verde podría reemplazar al carbón

Un grupo de 10 ONGs a pesar de que el acero es un sector difícil de descarbonizar, el uso de hidrógeno verde podría ser una alternativa viable al carbón.

Urgewald y 10 ONG asociadas han publicado la primera Lista de salida del carbón metalúrgico (MCEL, por sus siglas en inglés). Donde indicaron que existen 252 minas de carbón metalúrgico “nuevas e innecesarias”. 

"La MCEL es una nueva base de datos hermana que se centra exclusivamente en el carbón metalúrgico y destaca qué empresas están planeando nuevas minas de carbón térmico o expansiones. Las instituciones financieras deben despertar y dejar de financiar la expansión imprudente de esta industria”, sostuvo la directora de Urgewald, Heffa Schuecking. 

Pero ¿cómo se puede reemplazar las minas a carbón? De acuerdo con la ONG es factible producir acero sin carbón, gracias a los avances tecnológicos que hacen posible ahora métodos de producción verdes.

Uso de hidrógeno verde

El uso de hidrógeno verde puede ser utilizado en la producción de hierro, ofreciendo una alternativa viable al carbón: “Lo que subraya la necesidad urgente de ampliar la capacidad de producción de hidrógeno verde”, se indica en la página de la MCEL.

 De acuerdo con  Agora Industry, “es técnicamente posible eliminar progresivamente el carbón de la industria siderúrgica a principios de la década de 2040”. Por lo que, según la página, no existe una necesidad de construir nuevas minas de carbón metalúrgico nuevas y ampliadas, ya que la capacidad de producción existente es suficiente para satisfacer la demanda hasta 2050.

Chile apuesta al hidrógeno verde

Chile ha apostado fuertemente al desarrollo de hidrógeno verde, sobre todo en la región de Magallanes. Uno de los proyectos pensados en la zona es el que propone producir amoniaco verde (NH3V), un producto derivado del hidrógeno verde, para su posterior exportación.

La iniciativa, del Grupo AustriaEnergy, en alianza con Copenhagen Infrastructure Partners y Ökowind, estima una vida útil de 50 años y se ubicaría en la comuna de San Gregorio, Región de Magallanes y de la Antártica Chilena. 

El proyecto apunta una robusta inversión de US$11.000 millones. La fase de construcción del proyecto estima una duración aproximada de 6 años, contabilizando una demanda de mano de obra de 2.446 personas promedio, con un máximo de 3.998 personas.

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