17% de los chilenos con discapacidad sigue enfrentando barreras invisibles para la inclusión

Las cifras más recientes revelan una alarmante desigualdad en la inclusión laboral, social y deportiva de personas con discapacidad en Chile, mientras diversas organizaciones impulsan iniciativas para cerrar estas brechas.

Más de 3,2 millones de personas en Chile viven con algún grado de discapacidad, según el Tercer Estudio Nacional en la materia. De éstas, un preocupante 11,1% presenta una discapacidad severa, y las mujeres son las más afectadas, con una prevalencia del 20,4% frente al 13,6% en los hombres. Estas cifras exigen una reflexión urgente en el marco del Mes de la Inclusión, una oportunidad para destacar los avances y desafíos en esta materia.

Para Felipe Olavarría, gerente general de la Fundación Miradas Compartidas, el desafío no solo es social, sino también cultural: “Detrás de cada persona con discapacidad hay una historia llena de ‘no’, pero lo que realmente necesitan es una oportunidad. La discapacidad no hay que normalizarla, hay que aceptarla y actuar en consecuencia”, afirma.

A pesar de la Ley de Inclusión Laboral, que obliga a empresas con más de 100 trabajadores a incluir un 1% de personas con discapacidad, los avances son mínimos. Según el último informe MILE, apenas el 1,2% de la fuerza laboral chilena corresponde a personas con discapacidad. Sin embargo, Olavarría destaca que esta ley debe ir más allá del cumplimiento básico: “En los últimos tres años, hemos facilitado más de 150 inclusiones laborales sostenibles, con un 94% de permanencia. Preparar a las empresas y sensibilizar a los equipos es clave para garantizar que estas oportunidades sean reales”, explica.

Chile también enfrenta desafíos en la inclusión deportiva. Un estudio de la Universidad de La Frontera reveló que solo uno de cada cuatro niños con discapacidad participa en actividades recreativas, frente al 60% de países desarrollados. Este déficit afecta directamente su bienestar físico y emocional.

Iniciativas como las Olimpiadas Inclusivas de Miradas Compartidas buscan revertir esta tendencia. En su última edición, más de 500 deportistas, con y sin discapacidad, participaron junto a 24 empresas, demostrando que el deporte es una herramienta transformadora para la inclusión. “La discapacidad nos desafía a mirar más allá de las cifras. Se trata de personas, de historias, y de un potencial que solo necesita una oportunidad para brillar”, concluye.

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