¿Por qué medir la huella de carbono?

Conoce la experiencia de una empresa uruguaya que utiliza casi un 100% de energía renovable.

Uruguay no deja de sorprender por su progresismo, y cuando se trata de la preservación ambiental el panorama no podría ser distinto. El país es un ejemplo a seguir cuando se trata de adaptar la infraestructura urbana y económica bajo el paradigma de la sostenibilidad, sobre todo cuando se habla de energías renovables.

A pesar de ser la segunda nación más pequeña de Sudamérica, Uruguay está entre los países que más producen energía eólica y solar en todo el mundo. En la última década hubo un cambio drástico de su matriz energética. Actualmente el 98% de la generación eléctrica del país proviene de fuentes renovables. Asimismo, la mudanza se convirtió en una oportunidad de negocio: la cantidad de energía generada permite a Uruguay exportar a dos de sus vecinos sudamericanos: Argentina y Brasil.

El cambio de enfoque impulsa a las empresas locales a repensar sus procesos productivos y medir su huella de carbono con vistas a la sostenibilidad, tanto de su negocio como del medioambiente. Como el caso de Engraw, una empresa fundada en 1951 ubicada a 100 km de Montevideo que se dedica a la producción de lana, que eligió a ALLCOT para hacer sus mediciones y plan de mitigación de CO2. 

Engraw es una empresa pionera en el uso de la energía eólica en Uruguay, la cual genera toda la electricidad necesaria para su producción, utilizando dos aerogeneradores Vestas de 1,8 MW. Esto hace que sus plantas funcionen con un 98% de energía renovable.

En un escenario ideal, el camino rumbo a la sostenibilidad debe ocurrir de forma planeada y obedeciendo a una sucesión de etapas. Para ello, es fundamental medir la Huella de Carbono Corporativa, correspondiente a todas las emisiones de gases de efecto invernadero de una empresa; tanto de forma directa como indirecta. Lo más usual es la contratación de un asesoramiento especializado, iniciativas que están al alcance de empresas de cualquier escala. 

Existen diferentes estrategias para que una empresa pueda medir su huella de carbono e impacto medioambiental. Según Leonardo Mediorreal, Sustainability Innovation Consultant de ALLCOT, dichas estrategias pueden ser desde campañas educativas hasta cadenas de suministro sostenibles: 

“Las medidas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero pueden ser tan sencillas como sofisticadas, según el caso. Medidas como campañas educativas en el uso de energía y agua son sencillas y pueden ser implementadas por cualquier empresa. Las medidas de optimización en cadenas de suministro, a su vez, son para empresas a una escala mayor, tanto en gastos como en operación.”

Ciertamente, cada vez son más las empresas que se suman a medir su huella de carbono. ALLCOT, por su parte, trabaja como un aliado estratégico de la mano de numerosas empresas en países como Colombia, México, Chile, Argentina, Uruguay y República Dominicana. De acuerdo a Leonardo Mediorreal, son estos los lugares en donde las empresas buscan medir sus huellas de carbono corporativas por diferentes motivos, ya sea legales, por reputación o iniciativa propia. 

“ALLCOT viene trabajando en países como Colombia, México, Chile, Argentina, Uruguay y República Dominicana, y las empresas buscan medir sus huellas de carbono corporativas por motivos legales o de reputación, en su gran mayoría. Pero también hay algunas que lo hacen por motivación propia.”

Un dato interesante es que muchas veces son los gremios quienes llevan la batuta a la hora de involucrar a las empresas de su sector en el mercado de carbono. Sin embargo, la existencia de capacitaciones, soporte económico y financiación son vitales en el proceso.

En el caso de Engraw, el interés por la medición de la huella de carbono para disminuir sus emisiones dio como resultado la iniciativa de plantar 10.000 árboles en sus instalaciones. Dicha iniciativa no solo contribuye a la reducción de estas nocivas emisiones sino también al reciclaje del agua utilizada durante la producción. El hecho de que la planta de la empresa esté ubicada en una zona rural a las afueras de Montevideo y que se encuentre rodeada por 100 hectáreas de terreno boscoso les permitió instalar su propia planta de tratamiento de efluentes. Los árboles plantados son regados con las aguas tratadas resultantes del proceso. 

Más allá de cuidar el planeta, la medición y reducción de las emisiones trae consigo otros beneficios, tales como: la creación o actualización en la estrategia de sostenibilidad corporativa, mayor eficiencia energética, optimización de gastos, generación de ventajas competitivas y una posición de liderazgo en su sector.

Por último, y no menos importante, también son iniciativas que pueden beneficiar a la comunidad local a través de la reducción de factores contaminantes y, en algunos casos, de la generación de empleos. 

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