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Por Reporte Minero , 13 de noviembre de 2019Acero estructural: seguro, eficiente y responsable con el medioambiente
Los desafíos que enfrenta la industria de la construcción apuntan a industrializar aún más los procesos, siendo el acero estructural una atractiva respuesta en economía y confiabilidad
Las estructuras de acero se consideran una excelente solución para construcciones en áreas de alta sismicidad, debido su resistencia, ductilidad, y los altos estándares de calidad en la producción industrial de los componentes estructurales.
En este escenario, el uso del acero estructural -como sistema constructivo primario- brinda la oportunidad de aprovechar su alta relación resistencia/peso y su capacidad para deformarse plásticamente y absorber energía al hacerlo. Estos son algunos de los principales beneficios del acero, pero no los únicos.
Otro, por ejemplo, tiene que con la sustentabilidad. Claudio Freire, gerente de Productos de Arrigoni Metalúrgica, explica que el acero es un material único, porque es altamente sustentable: “cuando se recicla, se convierte en acero nuevo y no en un producto inferior, dado que no se degrada y se puede reutilizar una y otra vez, convirtiéndose así en el material más reciclado del mundo”.
Industrialización
Otra de las ventajas que se destacan en obras de acero estructural tienen que ver con la eficiencia en tiempo y trabajo, esto porque las estructuras se fabrican fuera de las faenas, en plantas industriales, llegando listas para su armado en obra.
“El acero estructural llega listo para su montaje. No se requieren cortes, perforaciones, ni soldaduras en sitio, lo que ahorra tiempo, mano de obra, y aumenta los estándares de seguridad. En este contexto, debemos pensar cómo somos capaces de mejorar la productividad de la construcción en Chile y la industrialización se vislumbra como una alternativa. En este sentido, el acero estructural, como material de construcción es el que lleva la delantera en términos productivos, una premisa que Chile debe aprovechar al contar ya con plantas productivas de este material”, indicó el ejecutivo.
Las citadas características se ven respaldadas por datos que aporta el trabajo en terreno, como por ejemplo que para montar las estructuras de acero se requiere aproximadamente un 15% del personal que se requeriría para la obra gruesa de una construcción de hormigón tradicional y que dentro de los países de la OCDE, Chile es el que tiene menor consumo de acero estructural. En la medida que los países se desarrollan y las demandas salariales son más altas, el acero se transforma en una alternativa altamente rentable.
Finalmente, otro de los puntos altos que presenta el acero estructural frente a su competencia es el menor impacto sobre el entorno; el hecho de construir con materiales más resistentes y de menor peso, implica menor volumen de excavaciones, menos camiones, menos congestión, menos ruido, y así un sinnúmero de disminuciones beneficiosas para la productividad y el medioambiente; lo cual en zonas urbanas sin duda se agradece.
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