Protegiendo los mares: La decisiva pausa en la minería de aguas profundas

Al priorizar el conocimiento científico y adoptar medidas preventivas, los Estados miembros de la CMS están sentando las bases para una gestión más sostenible y responsable de los recursos marinos.

En un momento crucial para la conservación marina, los Estados miembros de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS, también conocido como Convenio de Bonn), han dado un paso significativo hacia la preservación de nuestros océanos. Durante la reunión celebrada del 12 al 17 de febrero en Samarcanda, Uzbekistán, se ha acordado suspender cualquier actividad minera en aguas profundas hasta que exista evidencia científica que asegure la protección de las especies migratorias y sus ecosistemas. Este consenso refleja un reconocimiento global de la necesidad de abordar con precaución la explotación de los fondos marinos, evitando así abrir una "caja de Pandora" de consecuencias impredecibles.

La decisión de la CMS resalta la importancia de fundamentar cualquier futura actividad minera en sólidas bases científicas. Este enfoque precautorio es aplaudido por OceanCare, organización socia de la CMS, que ve en este acuerdo un llamado a la comunidad internacional para profundizar en la comprensión de los misterios que encierran las profundidades oceánicas.

La minería submarina se perfila como una amenaza emergente para los delicados ecosistemas marinos, poniendo en riesgo la supervivencia de especies y la integridad de hábitats únicos. Estos ecosistemas ya se encuentran bajo la presión del cambio climático, la contaminación y el ruido submarino, lo que hace que la minería en aguas profundas represente un riesgo adicional que podría tener efectos devastadores e irreversibles.

La CMS, en su 14ª Conferencia de las Partes (COP14), también ha tomado medidas significativas en otras áreas críticas para la conservación marina, como la reducción del riesgo de colisiones de embarcaciones con la megafauna marina y el abordaje de la contaminación marina. La adopción de resoluciones para proteger a las especies migratorias de las amenazas que representan el transporte marítimo y los contaminantes marinos subraya el compromiso de la comunidad internacional con la preservación de la biodiversidad marina.

Otro aspecto crucial abordado en la COP14 ha sido el impacto negativo de los Dispositivos de Concentración de Peces (DCP), que contribuyen significativamente a los desechos marinos y representan una amenaza directa para la vida marina. Las decisiones tomadas para mitigar los efectos dañinos de estos dispositivos demuestran una voluntad de enfrentar los desafíos complejos que plantea la conservación marina.

La reciente reunión de la CMS en Samarcanda marca un hito en el esfuerzo global por proteger nuestros océanos. Al priorizar el conocimiento científico y adoptar medidas preventivas, los Estados miembros de la CMS están sentando las bases para una gestión más sostenible y responsable de los recursos marinos. Este enfoque precautorio no solo salvaguarda la biodiversidad oceánica sino que también asegura la salud de nuestros océanos para las futuras generaciones. La decisión de posponer la minería de aguas profundas hasta contar con evidencia científica adecuada es un testimonio del compromiso global con la conservación marina y un recordatorio de que la protección de nuestros ecosistemas más vulnerables debe ser una prioridad en la agenda internacional.

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