Noticias
Por Agustín de Vicente , 21 de febrero de 2024 | 10:20Rusia y China lideran la carrera por el litio boliviano
Ante este panorama, expertos y académicos subrayan la importancia de que Bolivia ejerza una vigilancia rigurosa sobre las operaciones de extracción de litio, asegurando que se respeten los estándares ambientales y de derechos humanos.
En el tablero global de recursos naturales, el litio emerge como un elemento crítico, impulsado por la transición energética hacia tecnologías limpias. Bolivia, albergando una de las reservas de litio más extensas del planeta, estimadas en 23 millones de toneladas, se encuentra en el epicentro de un juego geopolítico donde potencias como China y Rusia afianzan su influencia. Este escenario plantea interrogantes no solo sobre la gestión de recursos estratégicos sino también sobre las implicaciones ambientales y sociales que conlleva.
“Allí donde Rusia ha tratado con recursos energéticos, los incidentes medioambientales han sido habituales”, escribió Joseph Bouchard, analista canadiense especializado en geopolítica y seguridad en Latinoamérica, en un artículo de opinión para el sitio web de noticias medioambientales Mongabay.
Bolivia y sus Aliados estratégicos: China y Rusia
Bolivia ha establecido alianzas significativas con el consorcio chino CATL BRUNP & CMOC (CBC) y la empresa Citic Guoan Group, marcando una era de cooperación con China que promete una inversión de 1.490 millones de dólares en la industria del litio. Paralelamente, el acuerdo con la estatal rusa Uranium One Group, filial de Rosatom, por valor de 450 millones de dólares, subraya la diversificación de socios estratégicos de Bolivia en el sector del litio. Estos acuerdos se traducen en proyectos de extracción y procesamiento que prometen transformar el panorama económico y tecnológico de Bolivia, pero también plantean preocupaciones sobre las prácticas ambientales y laborales de sus socios.
El involucramiento de Rusia y China en la extracción de litio en Bolivia ha encendido alarmas sobre potenciales desastres medioambientales y violaciones de derechos humanos. Con un historial de incidentes ambientales en proyectos energéticos, Rusia afronta escepticismo sobre su capacidad para manejar las reservas de litio de Bolivia de manera sostenible. Por otro lado, la vinculación de empresas chinas con el trabajo forzado en la región de Xinjiang, y las acusaciones de prácticas laborales y de derechos humanos cuestionables, intensifican la preocupación internacional.
De acuerdo al medio Diplomat. “Gran parte de las instalaciones de procesamiento y fabricación de productos de litio de China se encuentran en Xinjiang, región autónoma uigur, donde China ha sido acusada de forma creíble de detención masiva y trabajos forzados de uigures y otros grupos minoritarios”, agregó Diplomat. “Sectores como la minería, la agricultura y la industria manufacturera, están contaminados por el trabajo forzado uigur, que luego se vincula a las cadenas de suministro mundiales”.
La profesora Stella Christina Schrijnemaekers, coordinadora de los cursos de Relaciones Internacionales, Comercio Exterior y Logística, del Centro Universitario de Facultades Metropolitanas Unidas en San Pablo, considera vital que la defensa del país se preocupe por los efectos socioambientales negativos, en relación con los países que ganen las licitaciones. Las dos potencias que resultaron vencedoras tienen un historial de violaciones de los derechos humanos y laborales, así como de falta de respeto por el medio ambiente.
Ante este panorama, expertos y académicos subrayan la importancia de que Bolivia ejerza una vigilancia rigurosa sobre las operaciones de extracción de litio, asegurando que se respeten los estándares ambientales y de derechos humanos.
COMENTA AQUÍ