Chile se consolida como líder global en Astronomía con innovadora normativa para la protección de cielos oscuros

Esta iniciativa no solo asegura el futuro de la observación astronómica en el país, sino que también establece un modelo a seguir en la intersección entre desarrollo industrial y conservación ambiental.

El norte de Chile se destaca en el panorama global como uno de los santuarios más importantes para la observación astronómica. Gracias a sus condiciones únicas, esta región ha colocado a Chile en el mapa como un referente indispensable en el mundo de la astronomía. Con proyecciones que sugieren que, para finales de esta década, cerca del 70% de la capacidad telescopica mundial estará situada en territorio chileno, el país se perfila como el principal spot en el estudio del cosmos. 

En un esfuerzo por preservar esta ventaja competitiva y proteger su patrimonio celeste, Chile implementó recientemente una normativa pionera para la protección de cielos oscuros. Publicada en el Diario Oficial en octubre de 2023, esta legislación establece directrices claras respecto a la limitación de la contaminación lumínica, particularmente en lo que respecta a la iluminación artificial exterior. Se espera que esta regulación entre en vigor en el último trimestre de 2024, estableciendo un precedente significativo en la conservación de los cielos para la observación astronómica.

La introducción de esta normativa tendrá un impacto considerable en diversas industrias, especialmente en la minería, que es una de las principales actividades económicas en el norte de Chile. Se anticipa que las operaciones mineras deberán adaptarse a estas nuevas exigencias, incorporando tecnologías de iluminación customizadas que respeten las zonas de protección astronómica sin comprometer sus operaciones.

El decreto supremo no solo promueve la protección del cielo nocturno, sino que también impulsa a las industrias hacia la adopción de tecnologías sustentables y eficientes. La gran minería, en particular, muestra un interés creciente en soluciones como la energía solar y la mejora en la conectividad de sus sistemas de iluminación. La integración de herramientas de big data y tecnologías 4.0, como la inteligencia artificial y el internet de las cosas, facilita la optimización de procesos a través del análisis de datos y la implementación de sistemas de iluminación más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.

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