Más allá del Día Mundial del Agua: avancemos en la Ley de Eficiencia Hídrica

Opinión de Mauricio Utreras, gerente de Desarrollo de Roda Energía by Abastible.

El Día Mundial del Agua, celebrado cada 22 de marzo, nos recuerda la importancia vital de este recurso para la vida en nuestro planeta. Sin embargo, en Chile, la realidad hídrica es un desafío cada vez más apremiante. La megasequía y el cambio climático han exacerbado la escasez de agua, afectando a millones de personas y desencadenando una serie de problemas socioeconómicos y ambientales.

En este contexto, el proyecto de ley de Eficiencia Hídrica y Adaptación al Cambio Climático -ingresado en enero del año 2020 y que se mantiene sin avances significativos a la fecha en el Senado- es una medida crucial para abordar los desafíos actuales y futuros en torno al agua. La iniciativa busca establecer normas que promuevan la eficiencia en el uso del recurso hídrico, así como la adaptación al cambio climático.

Para lograr un cambio significativo, es fundamental incorporar un enfoque más ambicioso y exigente, especialmente para las organizaciones con grandes consumos de agua y ubicadas en zonas de escasez hídrica. Sobre todo, considerando que el 44% de los problemas asociados al riesgo hídrico en las cuencas de Chile se deben a fallas en la gestión del agua y su gobernanza (según datos de Escenarios Hídricos de la Fundación Chile).

La implementación de sistemas de gestión hídrica permanentes en la industria, comercio y minería, ayudaría a reducir el sobreconsumo, y evitaría además la necesidad de diseñar costosas infraestructuras para nuevas fuentes de agua. Adicionalmente, y siguiendo la ruta de la eficiencia energética, la aplicación de certificaciones y reportes anuales detallados garantizaría un cambio real en el comportamiento y fomentaría la innovación.

Es así que el Día Mundial del Agua debería ser un recordatorio no sólo de la importancia del agua, sino también de nuestra responsabilidad colectiva de gestionar este recurso de manera eficiente y sostenible.

Un paso proactivo y concreto de las empresas en Chile para mitigar los efectos de la escasez hídrica que vivimos es sumarse al Acuerdo de Producción Limpia que promueve la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, que tiene plazo hasta este 31 de marzo del 2024 y posteriormente trabajar durante el año para obtener el Certificado Azul, que demuestra la cuantificación de su huella hídrica y la futura implementación de medidas para reducirla de manera permanente.

La eficiencia hídrica es clave para enfrentar los desafíos actuales y futuros relacionados con el agua en Chile. Es urgente avanzar en la discusión y estándar del proyecto de ley de Eficiencia Hídrica, y garantizar con ello un manejo responsable y sostenible de este recurso vital para las generaciones presentes y futuras.

COMENTA AQUÍ