El desafío de la minería en Antofagasta: adaptarse a un mundo en cambio

Opinión de Marko Razmilic Kútulas, Presidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta.

La Región de Antofagasta, motor económico del norte de Chile y eje central de la industria minera en nuestro país, se encuentra en un momento crucial. Frente a los avances de la transición energética, la presión social por un desarrollo más inclusivo y sostenible, y los desafíos globales derivados de la economía, debemos pensar en el futuro de nuestra región con una visión estratégica que garantice crecimiento, innovación y bienestar para las generaciones venideras.

El escenario actual nos invita a mirar hacia el futuro con un sentido de responsabilidad y proactividad. El primer reto, y tal vez el más urgente, es la necesidad de diversificar nuestra economía. Si bien la minería sigue siendo un pilar fundamental, debemos entender que los ciclos del mercado son cada vez más volátiles y que el futuro de nuestra región dependerá también de otras fuentes de desarrollo, como la energía renovable, la tecnología y la innovación.

En cuanto al desarrollo sostenible, la presión para mejorar las condiciones ambientales, sociales y de gobernanza nunca ha sido tan fuerte. Como sector industrial y especialmente como representantes de la minería, debemos liderar este proceso, no solo porque es lo correcto, sino porque el futuro de nuestra región depende de ello. 

Antofagasta tiene un potencial único para convertirse en un modelo de sostenibilidad, ya sea a través de la transición a energías renovables o mediante la implementación de tecnologías que optimicen la explotación de recursos con el menor impacto posible. La industria minera de la región tiene ante sí el desafío de adaptarse a las exigencias de una sociedad que reclama más acción frente al cambio climático, pero también de fortalecer su competitividad en un mercado global cada vez más exigente.

El futuro de la minería en Antofagasta también está ligado a la capacidad de conectar con las nuevas generaciones y es fundamental que nuestros jóvenes se vean como parte activa de esta transformación. Para ello, es necesario fortalecer la educación técnico profesional y fomentar la innovación dentro del sector. En la actualidad, la industria minera no solo es una fuente de empleo, sino que también puede ser un campo de experimentación y liderazgo en términos de tecnología y sostenibilidad.

En cuanto a las políticas públicas, es necesario que los gobiernos local, regional y nacional trabajen de manera coordinada para generar un marco normativo que incentive la inversión, respete los derechos de las comunidades y promueva el desarrollo sostenible. Es esencial que, tanto el sector privado como el público, trabajemos en conjunto para fomentar un ambiente favorable para la inversión y la innovación. 

Como Asociación de Industriales de Antofagasta, reiteramos nuestro compromiso con el desarrollo de la región. Estamos convencidos que, con responsabilidad, innovación y trabajo en equipo, podemos construir un futuro próspero y sostenible para todos.

COMENTA AQUÍ