El apagón del 25F: una advertencia y una oportunidad

Columna realizada por Ignacio Mackenna, gerente general de AbastibleTec.

El apagón masivo del pasado 25 de febrero, que dejó a millones de chilenos sin electricidad, puso en evidencia un desafío país que debemos abordar antes de acelerar la electrificación: fortalecer nuestro sistema eléctrico. Pero no se trata solo de reforzar la infraestructura de transmisión para evitar futuros cortes, sino de avanzar hacia un sistema más robusto e inteligente, capaz de integrar eficientemente el creciente aumento de energías renovables y en el que el gas asuma un rol clave como energético de transición.

El desafío no es electrificar por electrificar, sino hacerlo bien y al menor costo posible para la población. Para lograrlo, debemos consolidar una arquitectura eléctrica basada en inteligencia energética, integrando con mayor fuerza tres pilares fundamentales: generación distribuida con energías renovables para autoconsumo, que reduzca la congestión en las líneas de transmisión y genere ahorros; redes inteligentes, donde la digitalización, la analítica avanzada y la inteligencia artificial optimicen la gestión de la demanda; y almacenamiento energético, que no solo funcione como respaldo, sino que facilite la integración de renovables mediante el desplazamiento de carga, asegurando mayor estabilidad del sistema. 

Junto con estos tres pilares, el gas debe asumir un papel protagónico como un energético confiable, asequible y de bajas emisiones, que no solo contribuye a la estabilidad del sistema eléctrico, sino que también permite cubrir de manera competitiva la demanda térmica de la industria, las Pymes y los hogares en calefacción, cocina y agua caliente. 

El apagón fue una advertencia, pero también una oportunidad para acelerar la transformación de nuestro sistema eléctrico. Si tomamos las decisiones correctas hoy, no solo evitaremos nuevos apagones: avanzaremos hacia un modelo energético más inteligente, seguro, eficiente y sostenible para todos.

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