CTMIN y mujer: Compromiso con la equidad en la minería

Columna realizada por Coordinadora de Trabajadoras y Trabajadores de la Minería (CTMIN).

El 8 de marzo representa una fecha fundamental para reflexionar sobre los logros alcanzados y los desafíos que aún persisten en la búsqueda de equidad de género. En la industria minera, un sector históricamente marcado por la preponderancia masculina, las mujeres han irrumpido con fuerza, demostrando su capacidad para transformar y enriquecer el ámbito laboral. Hoy, desde CTMIN, reafirmamos nuestro compromiso con una minería inclusiva que reconozca el talento de cada persona, derribando barreras y superando estigmas que en el pasado limitaron su desarrollo profesional.

Durante las últimas décadas, la presencia femenina en la minería ha experimentado un notable crecimiento. Políticas de Diversidad e Inclusión han abierto puertas en áreas que anteriormente resultaban inaccesibles para ellas, y programas de formación especializados han permitido desarrollar habilidades técnicas y de liderazgo. Estas iniciativas han sido fundamentales para que mujeres y hombres puedan acceder a roles de responsabilidad en todas las áreas, desde la operación diaria hasta la dirección estratégica de las empresas mineras. Además, el fortalecimiento de redes de apoyo ha generado espacios de capacitación y encuentro, donde se comparten experiencias y estrategias para enfrentar desafíos y potenciar el crecimiento profesional. Las compañías mineras están implementando medidas concretas para transformar la cultura organizacional y promover un ambiente laboral seguro, respetuoso y equitativo. Iniciativas como la equidad salarial, incentivos para el desarrollo profesional y políticas de licencia parental, han contribuido a atraer y retener talento femenino. La incorporación de tecnología y la automatización en los procesos productivos han abierto nuevas oportunidades laborales, especialmente en áreas que requieren una perspectiva innovadora y diversa, permitiendo a las mujeres acceder a funciones que antes se consideraban exclusivas de un solo género.

La promulgación de la Ley Karin ha significado un hito en la lucha contra el acoso laboral y sexual, estableciendo protocolos y procedimientos orientados a erradicar conductas discriminatorias. Sin embargo, es imperativo fortalecer la confianza en quienes gestionan estos mecanismos, garantizando un acompañamiento efectivo a las personas afectadas y promoviendo un entorno en el que el bienestar integral sea una prioridad. Reconocer el valor de cada persona y asegurar que sean tratadas con el respeto que merecen es esencial para construir un ambiente laboral saludable y solidario. El avance hacia una cultura organizacional inclusiva también requiere reconocer las particularidades de quienes asumen responsabilidades familiares. La Conciliación Laboral es clave para equilibrar vida personal y profesional en la minería. Medidas como jornadas adaptables, trabajo a distancia y licencias parentales favorecen la inclusión y el desarrollo sin afectar la vida familiar. Además, acuerdos con sindicatos han permitido incorporar condiciones que fortalecen esta conciliación. Asimismo, el fortalecimiento de programas de capacitación y el desarrollo de redes de apoyo específicas para mujeres son claves para potenciar tanto habilidades técnicas como competencias de liderazgo, permitiéndoles asumir roles de mayor responsabilidad y participación en la toma de decisiones.

El compromiso de la alta gerencia es decisivo para impulsar estos cambios. Cuando las lideresas y los líderes se involucran activamente en la promoción de la diversidad y la inclusión, se envía un mensaje claro: el cambio es posible y el talento no conoce de géneros. Esta implicación directa desde las gerencias establece el precedente necesario para que en todos los niveles se fomente una cultura de respeto, colaboración y crecimiento mutuo. Es clave seguir erradicando estereotipos de género en la industria mediante campañas de sensibilización y educación. Además, es fundamental establecer métodos de medición y seguimiento para evaluar el progreso en la inclusión de mujeres, identificar mejoras y fortalecer el compromiso con la diversidad.

Desde CTMIN, nos enorgullece participar activamente en mesas tripartitas, como la de Mujer y Minería, en las que se abordan temas cruciales para el sector. Entre estos, se destacan la aplicación efectiva de la Ley Karin, la mejora continua de las condiciones laborales y el aumento de la participación femenina en espacios de representación y liderazgo sindical. Aunque se han logrado importantes avances, aún persiste una brecha de género en puestos estratégicos. Las mujeres continúan enfrentando obstáculos como el sesgo inconsciente, la falta de infraestructura adecuada y ciertas resistencias culturales que dificultan su plena integración.  No obstante, en el ámbito sindical, la participación femenina sigue siendo baja, en parte debido a la percepción de que asumir roles en la representación sindical podría afectar negativamente el desarrollo profesional. Sin embargo, es vital promover la inclusión de las mujeres en estos espacios, reconociendo su potencial para contribuir de manera decisiva en la toma de decisiones y en la transformación del sector minero hacia un modelo más equitativo y representativo.

En este mes de marzo, que conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, celebramos los logros alcanzados y reafirmamos nuestro compromiso con una minería en la que el esfuerzo, el talento y la dedicación sean reconocidos sin distinción de género. La transformación de la industria requiere un esfuerzo conjunto y sostenido, donde políticas, liderazgo y acciones concretas se conjuguen para derribar barreras y construir un futuro inclusivo para todas las personas que hacen posible el desarrollo del sector minero.

No podemos dejar de recordar a Ana Camila Rojas, operadora de camión en la mina Radomiro Tomic de Codelco, quien perdió la vida en un accidente laboral el 8 de marzo del 2024. Su partida nos recuerda con crudeza la urgente necesidad de fortalecer las condiciones de seguridad en la minería y establecer políticas públicas claras que protejan la vida e integridad de quienes trabajan en el sector. Honrar su memoria implica redoblar los esfuerzos para garantizar espacios laborales seguros, donde ninguna trabajadora ni trabajador vea su vida en riesgo por desempeñar su labor.

Con la mirada puesta en el futuro, CTMIN continúa trabajando incansablemente para disminuir las brechas de género y fomentar un entorno laboral basado en la equidad, la justicia y el respeto. Invitamos a todas y a todos a ser parte activa de este cambio, construyendo conjuntamente una industria minera más diversa, inclusiva y comprometida con el bienestar integral de cada persona.

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