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Por Reporte Minero , 24 de agosto de 2020Petróleo: la otra pandemia que amenaza a la humanidad
Opinión de Kurt Castro, difusión EMUAI
Mientras países como Rusia, Estados Unidos y China avanzan día a día en la búsqueda de una vacuna eficaz ante el covid-19, la humanidad se enfrenta a otra pandemia: el petróleo y sus derivados.
En el diario vivir, la población humana se transporta de un lugar a otro mayoritariamente utilizando automóviles y transportes propulsados por hidrocarburos. La mayor cantidad de objetos que utilizamos en nuestros hogares están compuestos por polímeros sintetizados, comúnmente a partir de derivados del petróleo o petroquímicos; desde la ropa que vestimos, teléfonos hasta incluso algunos tipos de utensilio que utilizamos en la cocina.
El problema surge cuando estos plásticos llegan a la naturaleza, de pulverizan en micro y nanoplásticos alcanzando inhóspitos lugares en todo el planeta. Según un informe elaborado por Pew Charitable Trusts y Systemiq, hay alrededor de 1,4 millones de toneladas de plásticos en los océanos (sólo considerando la superficie), de cuatro fuentes principales: neumáticos, pellets de producción, textiles y microperlas.
De esta forma, hay reales continentes de plásticos en el mar que coinciden con los giros oceánicos y subocéanicos. Algo que es visible en cada playa de nuestro país, incluso las no habitadas: el plástico se apoderó no sólo del océano sino también de cada lugar de la tierra, según un artículo publicado por National Geographic, titulado “Los microplásticos se han infiltrado prácticamente en todas las grietas de la Tierra”.
Las pesquerías, ya sobreexplotadas en todo el océano, también son amenazadas por la presencia de micro y nanoplásticos. Lo que comemos en nuestra mesa probablemente ya contenga la presencia de los derivados del petróleo. Es más, un reciente estudio presentado en la Sociedad Americana de Química mostró presencia de bisfenol en 47 muestras humanas, en órganos como pulmones, hígado, bazo y riñones. Esta investigación pionera en detectar la presencia de materiales no biodegradables en el tejido humano ya evidencia una realidad oculta hasta hace muy poco tiempo.
En este sentido, el uso del petróleo y sus derivados amenaza la naturaleza, la biodiversidad, y al futuro de la humanidad. Nuestra extinción está directamente relacionada a la existencia de otras especies. Ya es hora de replantearnos la forma en la que vivimos y de actuar: necesitamos realizar cambios profundos, la electromovilidad es una alternativa a los combustibles contaminantes, la prohibición de bolsas plásticas también es un ápice de avance, pero necesitamos más y acciones conscientes de la industria, de los gobiernos y de cada uno de nosotros
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