Enfermedades psicosociales: una tarea pendiente y una solución posible

Opinión de Claudia Orellana, presidenta de FESAM.

Siempre se ha dicho que el principal activo que tienen las empresas somos nosotros, las personas, sus trabajadores, supervisores y supervisados. Y en esto existe un consenso general, la importancia del capital humano como la ventaja competitiva que le garantiza a las organizaciones capacidad de adaptarse y aprender.

Somos un medio para potenciar el logro de los objetivos estratégicos, por lo tanto, es fundamental asegurar el aporte de nuestros conocimientos y habilidades. 

En este contexto y dado que estamos viviendo algo inédito en este nuevo escenario de pandemia, donde se han experimentado no sólo nuevas formas de trabajo, sino de relacionarnos, los riesgos de Seguridad y Salud también se han ido modificando, los cambios de rutina y hábitos pueden incidir en malestares psicológicos y rendimientos en el trabajo. Ahora tenemos telemedicina, reuniones virtuales donde se toman decisiones, entrevistas laborales online, capacitaciones a distancia, firmas digitales de valor legal, nuevas formas de medir productividad, etc., que presentan desafíos y nuevas oportunidades para todos.

Pero los desafíos y oportunidades que ahora nos preocupan y de los cuales debemos ocuparnos, se refieren precisamente a los aspectos de los Riesgos Psicosociales. Pero ¿Les interesa a las empresas tener en cuenta estos aspectos? Existe el sentimiento de que en muchos casos no, porque se limita a una valoración basada en un costo/beneficio inmediato y tangible donde el trabajador es valorado sólo por su productividad y esto es lo relevante a corto plazo, no la persona en su dimensión completa. 

Sin embargo, los aspectos intangibles en una visión más amplia a mediano y largo plazo pueden ser incluso más beneficiosos para las empresas. Es invaluable tener a su personal mentalmente sana.

En este sentido, FESAM está dando importantes pasos y logramos trabajar en conjunto con AMSA, estableciendo mesas de trabajo para relevar estos temas, siendo un ejemplo a seguir para otras empresas. Si bien es cierto, no ha estado exenta de dificultades en su funcionamiento, también cabe destacar que la disposición de las gerencias de recursos humanos, relaciones laborales y seguridad y salud ocupacional de AMSA, ha sido de plena apertura para trabajar en forma permanente y colaborativa con nuestra federación. 

Debemos gestionar los impactos negativos que se han generado producto de la pandemia, por ejemplo, enfermedades mentales, acordando planes de trabajo que minimicen los resultados negativos, logrando de esta manera, mejorar la calidad de vida y mejorar los niveles de productividad de quienes componen las organizaciones.

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