¿Por qué no utilizar la digitalización en minería como acelerador de la participación de mujeres en la economía?

Opinión de Mauricio Gómez, Director de Negocios Digitales Large Drives Applications de Siemens Chile y Perú.

La digitalización está transformando la industria y es el “driver” que nos permitirá a llegar a niveles más altos de seguridad, sustentabilidad, productividad y eficiencia de costos. La minería está ante una tremenda posibilidad, en la medida que tenga la capacidad de adaptarse a esta nueva visión en su desarrollo estratégico. 

Este nuevo escenario abre infinitas posibilidades para una incorporación más agresiva de las mujeres en el sector minero, en línea con una serie de hitos que, durante los últimos días, han apuntado a metas desafiantes para su integración transversal en el sector, desde la toma de decisiones estratégicas a alto nivel y el crítico trabajo en faena y gestión de la operación.

 ¿Cuáles son entonces los paradigmas que hay que romper? Principalmente hay 4 ejes en los cuales, como país, pero también actores vinculados a la minería debemos evaluar y gestionar continuamente. El primero es la reconversión digital y el desarrollo de profesionales asociados a las tecnologías de la información. 

Debemos invertir y transferir conocimiento a las personas que están en desarrollo de sus carreras ya sea una etapa temprana o intermedia, en este caso con reskilling digital. Por otro lado, la promoción de las ciencias STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) juega un rol clave en las futuras generaciones, en donde debemos trabajar fuertemente en impulsar metodologías que acerquen a los y las estudiantes a estas disciplinas, sin sesgo de género ni de habilidades.

En segundo punto, está la transformación cultural de las organizaciones. Aquí los y las líderes son quienes deben asumir el desafío de cambio, promoverlo en sus equipos y comprender que quizás los nuevos talentos podrían incluso tener más conocimientos y competencias digitales, y que la labor de liderar es articular ese equipo diverso, lleno de talento.

En tercer plano, está el crítico rol que juega la diversidad y la inclusión plena. En el futuro, las distintas miradas están en la base de la transformación digital. No podemos avanzar en nuevos desarrollos sin considerar la diversidad como motor de creación. Por ejemplo, nos encontramos con una gran oportunidad en términos de género, más aún considerando el impacto económico que ha tenido la pandemia en Latinoamérica. 

¿Por qué no utilizar la digitalización en minería como acelerador de la participación de mujeres en la economía? La combinación del mundo digital y virtual abre un espacio único de oportunidades donde disciplinas emergentes en Chile aún como Data Analytics, in-house hackers profesionales, ingeniería de software, robótica, entre otras, generarán un gran pool de talentos que agregará una visión de gran valor para los desafíos del futuro tecnológico.

Finalmente, la co-creación y la colaboración es vital para que las sociedad y sectores económicos perciban el win-win. Los distintos actores de la sociedad deben interactuar en un ecosistema global que considere la academia, el mundo privado, público y, por supuesto, las empresas tecnológicas. 

Todos estos ingredientes en combinación permiten apalancar incluso exportación de tecnología y know how local hacia otros mercados, de manera de generar valor en un mercado global y guiar a Chile hacia una economía de la innovación. Hoy en Chile y en nuestra región, estamos desarrollando softwares y tecnologías para el mundo, desde Gemelos Digitales, Gestión de Activos Críticos, uso de Inteligencia Artificial y de todos los desarrollos que tenemos a disposición, por lo que sabemos que tenemos el potencial y la capacidad para dar el siguiente paso.

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