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Por Reporte Minero , 17 de octubre de 2018Rajo Inca ingresa al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental
Rajo Inca deberá comenzar a operar antes de que la reserva de Salvador se agote en 2021
Codelco presentó al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental los estudios para concretar el proyecto Rajo Inca, el que permitirá dar continuidad operacional a la División Salvador por otros 40 años y aumentar en 30% la producción respecto de los niveles actuales.
De este modo, este proyecto extenderá la vida útil de la división, mediante la explotación a rajo abierto de los recursos remanentes del yacimiento principal Indio Muerto, explotado desde 1959 y el que actualmente presenta un enorme desafío: sólo tiene recursos para ser explotados de forma subterránea hasta 2021, por lo que el agotamiento de estas reservas mineras implica el cierre de la división.
"A través de diversas campañas de sondaje, hemos identificado reservas de cobre por 900 millones de toneladas, con leyes de mineral promedio de 0,59%, las que permitirían prolongar la vida útil de la división y su continuidad operacional por, al menos, cuatro décadas", dijo Nelson Pizarro, presidente ejecutivo de Codelco.
El proyecto requiere una inversión en torno a los mil millones de dólares y promete aumentar la producción anual de 60 mil toneladas de cobre fino a 90 mil. Entre otros beneficios, está la promesa de una operación con elevados estándares mineros, lo que permitirá un desarrollo sustentable del negocio. Para esto, la división está preparando desde ya la transformación operacional, de procesos y cultural que requiere implementar como paso ineludible para el aumento de su productividad en un 50%, y de esa forma viabilizar el proyecto Rajo Inca.
Efecto regional
Durante la construcción se proyecta una empleabilidad de casi 2.000 personas. "Queremos seguir aportando a El Salvador y a la Región de Atacama, ambas con tradición y dependencia minera. Este proyecto permitirá mantener el encadenamiento productivo que se da en la zona entre los servicios, el comercio y el transporte, además de apoyar al desarrollo social y comunitario", afirma el gerente general de la División Salvador, Christian Toutin.
En efecto, Rajo Inca será un potente motor de la economía y del crecimiento de la región. Su contribución al empleo directo e indirecto a la tasa de ocupación se calcula en 8,9% en las comunas de Diego de Almagro y Chañaral durante la vida del proyecto; el aporte al Producto Interno Bruto Regional promediaría 3%, mientras que el aporte al país sería igualmente importante, pues por cada dólar invertido en Rajo Inca se generarían 6,2 dólares adicionales para la región y para Chile durante la vida útil del proyecto.
Las principales obras, además del cambio del método de explotación subterránea a una operación minera de rajo abierto de mayor escala, incluyen la optimización de las instalaciones actuales, especialmente de la planta concentradora y la línea de óxidos; el crecimiento del depósito de relaves Pampa Austral y la mejora del sistema de conducción de relaves al depósito. También contempla la construcción de botaderos de estériles y ripios, e infraestructura de apoyo, como talleres de camiones y un paso sobre la ruta C13, entre otras.
Sergio Gaete, gerente de la cartera de proyectos de Andina y Rajo Inca, explica que uno de los pilares de la iniciativa es el diálogo permanente con las comunidades, a las que se mantendrá permanentemente informadas sobre los avances y las características del proyecto.
"Queremos construir una relación de confianza con una mirada de largo plazo", afirma. Gaete agrega que Rajo Inca, que se construirá de manera íntegra dentro de las actuales instalaciones de la División Salvador, realizó recientemente un proceso de Participación Ciudadana Anticipada con diversas comunidades cercanas a la operación, logrando el apoyo de distintas juntas de vecinos más la firma de un acuerdo con dos comunidades colla, Geoxcultuxial y Diego de Almagro.
Otros proyectos
Rajo Inca es uno de los seis proyectos estructurales de Codelco junto a Chuquicamata Subterránea, Nuevo Nivel Mina El Teniente y Traspaso Andina, actualmente en construcción, además de RT Sulfuros II y Desarrollo Futuro Andina, aún en estudio.
Los seis, además de otros proyectos mineros, requerirán una inversión de US$ 39.000 millones de dólares entre 2018 y 2027, para sentar las bases del futuro de la principal empresa del país, a través de una transformación organizacional profunda, que le permitirá ser más competitiva, innovadora, sustentable y con prácticas de excelencia.
De aprobarse el EIA, Rajo Inca deberá comenzar a operar antes de que la reserva de Salvador se agote en 2021.
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