Radiografía a negociaciones colectivas: Más anticipación y foco en beneficios no monetarios

Vantaz Group analizó desde 2018 la dinámica de los procesos de negociación en el sector minero, identificando patrones de efectividad y duración.

El VI Estudio de Negociaciones Colectivas 2024, realizado por Vantaz Group, analiza la evolución de procesos de diálogo laboral dentro de la minería chilena. El año pasado destacó como un período récord en el que se incrementó el número de negociaciones con 43 procesos en total, 19 más que en 2023, y también aumentó la participación de trabajadores sindicalizados, evidenciando una tendencia hacia modelos de gestión más preventivos.

De hecho, en las negociaciones del 2024 participaron casi 20.000 trabajadores, cerca de un 25% de los trabajadores sindicalizados de la minería. De todos los procesos, más de la mitad se realizaron de manera anticipada. Sin embargo, los episodios de huelga registrados en Escondida y Caserones durante 2024 ponen de relieve que aún persisten ciertos desafíos. 

Ante retos como la automatización, nuevas regulaciones y normativas, y la fluctuación en los precios del cobre, la capacidad de anticiparse y establecer acuerdos laborales sólidos se convierte en un factor determinante para la estabilidad y competitividad del sector minero. 

Planificando con anticipación

Daniela Desormeaux, Directora de Estudios de Vantaz Group, destacó que “la tendencia a anticipar las negociaciones se está consolidando. Tanto las empresas como los sindicatos están planificando con mayor anticipación, sentándose a negociar antes de que se cumplan los plazos establecidos. Esto ha favorecido un diálogo más fluido, lo que consideramos un avance positivo”. 

La combinación de mejoras salariales y beneficios no económicos ha sido otro punto central en los acuerdos alcanzados, lo que ha confirmado esta tendencia post pandemia. Este enfoque integral no sólo incorpora los incentivos económicos tradicionales, sino que también refuerza el compromiso con la calidad de vida de las y los trabajadores mediante el acceso a programas de bienestar como apoyo en becas de estudio, cuotas en gimnasio, bonos sala cuna, entre otros beneficios. 

Según explicó Desormeaux “la pandemia marca un punto de inflexión en las prioridades de las personas, llevándonos a valorar aspectos que van más allá de lo estrictamente laboral y económico. Este período favoreció la implementación del trabajo flexible, generando un cambio en la forma en que trabajamos y nos relacionamos”. 

A pesar de que no se cuenta con información completa del cierre de los procesos (en términos de los bonos por término de conflicto), se puede apreciar que, si bien éstos han alcanzado niveles “históricos” en términos nominales, no necesariamente es así en términos reales. Por otro lado, a partir de la información disponible públicamente se puede concluir que las brechas entre los bonos (máximos y mínimos) han mostrado una reducción en los últimos años. 

Proyecciones 2025

De cara al 2025, se proyecta la continuidad de esta tendencia de negociaciones estructuradas y anticipadas, con un estimado de entre 22 y 26 procesos a lo largo del año. No obstante, la concentración de negociaciones en 2024 sugiere que en 2027 se repetirá un nuevo ciclo fuerte de negociaciones ya que los contratos colectivos generalmente se negocian cada tres años.  

La eventual implementación de una negociación colectiva multinivel, impulsada por la Coordinadora de Trabajadores de la Minería (CTMIN), podría marcar un nuevo hito en la forma de abordar estos procesos, enfatizando la necesidad de gestionar las relaciones laborales desde una perspectiva de largo plazo y considerando las particularidades de cada faena.

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