Jóvenes talentos conquistan el H2 Grand Prix y se preparan para representar a Chile en Estados Unidos en 2025

El equipo ganador, "Hydroracers" de Maipú, llevará la bandera chilena a California el próximo año.

Santiago fue testigo de un emocionante evento que fusiona innovación, juventud y energía limpia: más de 30 jóvenes se destacaron en la transición energética al competir con autos a escala impulsados por hidrógeno verde. Esta competencia, parte del H2 Grand Prix, se celebró durante el encuentro internacional Hyvolution y contó con la participación de estudiantes de enseñanza media de 14 liceos desde Antofagasta hasta Puerto Natales. El equipo "Hydroracers", del Liceo Bicentenario Industrial Domingo Matte Pérez, se coronó campeón y representará a Chile en la final mundial en Estados Unidos en 2025.

La competencia, que tuvo lugar en el Centro de Eventos Metropolitan Santiago, desafió a los estudiantes a mostrar sus habilidades en diseño, construcción y control de vehículos propulsados por hidrógeno. Este evento no solo resalta la destreza técnica de los jóvenes, sino también el compromiso del país con la transición hacia energías más limpias y sostenibles.

El Ministro de Energía, Diego Pardow, junto con autoridades como la presidenta de SOFOFA, Rosario Navarro, y el vicepresidente de Colbún, Bernardo Larraín, estuvieron presentes para apoyar a los jóvenes talentos. Pardow subrayó la importancia de este tipo de iniciativas educativas, mientras que Navarro destacó cómo la formación técnica ofrece oportunidades únicas para el desarrollo personal y profesional de los estudiantes.

"El hidrógeno verde es clave para el futuro energético de Chile", afirmó Larraín, al enfatizar el rol del país como líder en energías renovables. Con recursos naturales excepcionales y un sector empresarial robusto, Chile está bien posicionado para convertirse en un actor global en la industria del hidrógeno verde, siempre y cuando se fortalezcan las instituciones que regulan y promueven el desarrollo sostenible.

El H2 Grand Prix no solo es una competencia técnica; es un reflejo de cómo el país está integrando a las nuevas generaciones en la revolución energética global, alentando a los jóvenes a explorar carreras en ciencia y tecnología, sectores cruciales para enfrentar los retos del cambio climático.

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