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Por Reporte Minero , 18 de julio de 2019El reto de la irrupción tecnológica: ¿mirar el vaso medio lleno o medio vacío?
Opinión de Marco Berdichevsky, vicepresidente de Recursos Humanos de Finning South America
Hace más de un año planteamos que, lamentablemente, no todas las universidades están enseñando lo que las compañías necesitan dejando en evidencia que hay una suerte de divorcio entre el sistema educativo y el mercado laboral y dijimos, que si el país quiere establecer una cultura de la innovación que aumente su productividad, debe mejorarse el diálogo entre universidad y empresa.
Hoy lo volvemos a repetir, pero en esta oportunidad los convocados a conversar con las empresas son los organismos capacitadores, pues sin duda su oferta de cursos y talleres parece no estar respondiendo a los requerimiento del mercado y los trabajadores poco preparados miran con temor la irrupción de las tecnologías, temiendo que éstas los desplacen de sus fuentes laborales -o bien- no sintiéndose preparados para utilizarlas debidamente.
Un tema preocupante que irrumpió hace pocos días cuando la automatización, los cambios de funciones y la transformación digital pasaron a ser parte del debate entre las empresas y los organismos sindicales que los han sumado a sus demandas laborales en un primerísimo lugar temiendo que ellos precaricen el empleo.
Sin duda, esa no parece ser la forma de abordar la irrupción de la tecnología que ya está inserta en todas nuestras actividades y promete seguir siendo prioritaria e indispensable en el futuro del trabajo, por lo que el temor debe quedar de lado y Chile debe asumir los desafíos transformándolos en oportunidades, ya que, a juicio de los expertos la digitalización de las empresas lleva consigo un crecimiento de la economía y una disminución del desempleo. Así lo demuestra el estudio “Advice Éxito Empresarial” de 2018, que arroja que la economía española crecería el 5% y la creación de empleo anual pasaría de 500.000 personas a un millón, si esa nación se digitalizara.
Como país -para alcanzar el desarrollo- necesariamente debemos mejorar los índices de productividad y se sabe que la revolución tecnológica duplicará el déficit de trabajadores en Tecnologías de la Información y es ahí donde debemos enfocar nuestros esfuerzos, preparando a las nuevas generaciones para abordar estos retos y entregando a los empleados una capacitación adecuada que les facilite sumarse a los nuevos tiempos.
Por eso celebramos que el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo, Sence, haya lanzado la plataforma “Elige mejor” que permite conocer y evaluar el desempeño de los OTEC y los cursos de capacitación existentes, confiando en que aquellos que no son un aporte y (o) estén mal calificados, sean eliminados y reemplazados por aquellos que demandan para las empresas los actuales retos tecnológicos.
Dejemos entonces que las “máquinas inteligentes” asuman los trabajos rutinarios y repetitivos, así nosotros tendremos más tiempo para seguir capacitándonos y ser cada día más innovadores.
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