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Por Reporte Minero , 30 de septiembre de 2019Tocopilla mantendrá un 100% de su suministro del agua potable mediante planta desaladora
Se estima que es posible tratar 45 de 100 litros que son sometidos al sistema de purificación
Actualmente, la región de Antofagasta ha integrado iniciativas ligadas al proceso de desalinización para responder a la demanda de agua potable de la zona, ya que constantemente el territorio se enfrenta a la escasez hídrica, por esto se prevé que para el primer trimestre del 2020 el sector de Tocopilla mantendrá un 100% del suministro del agua de consumo mediante esta tecnología.
El proyecto de desalación de agua para Tocopilla, que hoy cuenta con un 75% de avance, comenzó en el año 2007, motivado por factores como: la demanda que supera a la oferta del recurso hídrico, las prolongadas sequias, la intermitencia de las lluvias y la eficiencia energética y sustentabilidad que presenta ejercicio de desalinización.
Además, otro elemento a considerar es el valor del metro cúbico de agua de cordillera, el que cuesta US$ 0,16, mientras que precio del agua de mar fluctúa entre los US$ 0,55; sin contemplar el proceso de distribución. De modo que, a pesar de que el costo es mayor, esta medida ha sido una solución a su situación hídrica, ya que la ciudad mantiene cerca de un 90% de consumo de agua tratada.
“A medida que la producción de la desaladora aumentó, nos permitió tener un sistema flexible. Esto significa que, ante una emergencia por el invierno altiplánico, se podría prescindir del agua de cordillera; y al revés, si hay algún inconveniente o marea roja, podríamos suplir el agua desalada con la de cordillerana”, explicó el jefe de operaciones de Aguas Antofagasta, Cristian Jiménez, según el Mercurio de Antofagasta.
Por ello, en la región se emplazan otras dos plantas desaladoras: Taltal y Norte (ex La Chimba); siendo esta última la planta de tratamiento de agua salada más grande a nivel latinoamericano.
Agua potable
A grandes rasgos, la interacción de una planta desaladora se basa en la recepción de agua de mar en una torre submarina, la que es bombeada a través de conductos hacia la planta de tratamiento. Allí se aplica el proceso de osmosis inversa, la que libera al agua de iones, partículas y moléculas de mayor tamaño presentes en el recurso.
De este modo, se estima que es posible tratar 45 de 100 litros que son sometidos al sistema de purificación. Para luego iniciar el procedimiento de potabilización para cumplir con las normas de consumo de agua.
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